La aparición de importantes restos arqueológicos de los muros perimetrales y contrafuertes de la antigua Fábrica de Armas, que ocupó el edificio del mercado de abastos entre 1937 y 1939, ha obligado a modificar significativamente el proyecto para la peatonalización de la calle Almoina, dentro de la actuación del Mercado de Abastos.
La concejala de Cultura, Geno Micó, ha señalado que “para preservar los hallazgos arqueológicos es imprescindible realizar algunas modificaciones que afectan fundamentalmente a los elementos que requieren de cimentación y a la vegetación, que deberá incorporarse en jardineras y no en tierra, como inicialmente estaba previsto”.
Micó ha señalado que “la estructura arqueológica será protegida con geotextil, grava y arena y, posteriormente, diferenciada con una pavimentación cromática particular y delimitada para convertirla en espacio interpretativo”.
A pesar de estas pequeñas modificaciones las obras del Mercado y la calle Almoina evolucionan en los plazos previstos.
Una antigua fábrica de armas y refugio antiaéreo
El inicio de las obras de adecuación y mejora del edificio del Mercado dejó al descubierto, a escasos 20 centímetros de profundidad un importante afloramiento arqueológico: el de uno de los muros perimetrales, con hasta 9 contrafuertes de refuerzo, de la antigua fábrica de armas, que ocupó el edificio entre 1937 y 1939, así como el respiradero o pozo de ventilación del refugio antiaéreo existente bajo la fábrica.
Según los antecedentes históricos la construcción del actual Mercado de Novelda se inició en 1932 y abierto oficialmente en 1935. Sin embargo poco después, en 1936, tanto el edificio del mercado como algunas zonas adyacentes, como la calle Almoina, se convirtieron en fábrica para el montaje y ensamblaje de cartuchos.
En 1938, en el subsuelo de esta fábrica, se iniciaron los trabajos para la construcción de un gran refugio antiaéreo y fue en 1940 cuando el edificio volvió a reconvertirse en Mercado de Abastos.