El hundimiento de un camión en un socavón en la calle Menéndez Pelayo el pasado viernes, mientras se operaba en la mejora del asfaltado de esta vía, ha permitido el descubrimiento de una canalización de agua de unos 5 metros de profundidad que podría datarse del siglo XVIII, según ha explicado el alcalde de Villena, Fulgencio Cerdán. Este incidente no tiene que ver con posibles filtraciones de aguas subterráneas que afecten al firme del asfalto, sino a la existencia de una infraestructura urbana que no se encontraba documentada ni registrada por parte de los servicios de Urbanismo  ni de Arqueología municipales.

No obstante, Cerdán explicó que el “mal estado de nuestro subsuelo es una realidad, por eso desde el inicio de la legislatura – tras la primera reunión con los técnicos municipales – los partidos que formamos la coalición de gobierno tuvimos que renunciar a algunos de nuestros proyectos del programa electoral para desviar fondos a este fin”. Fruto de ello, a lo largo de esta legislatura se ha generado proyectos de reforma de las canalizaciones de aguas de abastecimiento, pluviales y saneamiento por valor de más de 9 millones de euros, la más importante de todo el periodo democrático.

Con respecto al hallazgo del ‘minado’ en el subsuelo de Menéndez Pelayo, los informes técnicos descartan en principio un riesgo inminente de nuevos desprendimientos o hundimientos, aunque las operaciones de evaluación siguen en marcha.

El alcalde ha confirmado que, en la tarde del viernes cuando se produjo el incidente con el camión, ya se detectó que había una bóveda, e incluso se llegó a plantear la existencia de un posible refugio de la Guerra Civil, circunstancia que ahora se descarta por el momento.

La infraestructura esta excavada sobre piedra caliza, tiene una profundidad de entre 5 y 6 metros, y apunta que podría llegar desde la calle Menéndez Pelayo hasta – al menos – la Plaza Mayor.

Inversiones

Este hallazgo se produjo tras el incidente con unos de los vehículos pesados que operan en la mejora de las calzadas de varias calles que se desarrolla a lo largo de estos días. “Una operación de mejora de nuestro sistema de distribución del agua que estamos llevando a cabo porque en los últimos 50 años no se ha hecho nada, ninguna inversión en esta materia. Nosotros, desde el minuto cero lo estamos desarrollando porque, aunque son obras que terminan bajo tierra, estamos convencidos que son más necesarias que otras que lucen más, pero que rentan menos socialmente”, ha comentado Cerdán.

Entre los proyectos que mencionó el alcalde se encuentran las obras de las calles José María Soler y Román, por donde circulan las canalizaciones que dotan de agua potable al 90% de la ciudad. Junto a ellas, ya está programadas las ramificaciones que darán cobertura al resto de la ciudad, parte de ellas vinculadas a las futuras obras de la avenida de la Constitución y las consiguientes ramificaciones.

Además, en breves días comenzarán las obras de la calle Santa María de la Cabeza que viene sufriendo durante años de problemas de filtraciones, y con la que se realizará una separación de las canalizaciones para desviar con eficiencia las aguas pluviales y mejorar las conducciones de abastecimiento y residuales.

Al mismo tiempo, ya existe el proyecto de mejora integral de la calle Telarete, cuya inversión se realizará con los fondos de Remanentes, y se está trabajando para la actuación en el barrio colindante con la Casa-Cuartel de la Guardia Civil, que también requiere de inversiones de manera importante y cuya inversión será de casi cuatro millones de euros.  También avanzó que las obras de la calle Ferris, que no se podrá ejecutar porque afectará al tráfico cuando se inicien la construcción de la Ronda Suroeste.

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