Las empresas del calzado de la Comunitat Valenciana han ahondado esta mañana en cómo pueden optimizar los beneficios fiscales a través de la revalorización de los residuos que generan. La clave de ello reside en la Ley 7/2022 de residuos y suelos contaminados que ha sido analizada hoy durante un seminario online, que ha tenido como objetivo promover la implantación de la economía circular en las empresas del sector. El encuentro ha estado organizado por la Asociación Valenciana de Empresarios del Calzado (Avecal), en colaboración con Comerso Iberia, en línea con la apuesta que lleva a cabo la patronal del calzado para potenciar la sostenibilidad del sector.

En la sesión de trabajo el socio-director Consulting21 Tax Group, Pedro Martos, ha recalcado que las compañías “deben de ir hacia un desarrollo de producción sostenible y un tratamiento sostenible de los residuos”. En este sentido, el experto ha apuntado que la nueva legislación marca el régimen jurídico de los productos en el ámbito de la gestión de residuos, regula la producción y la gestión de estos residuos.

Con esta nueva ley, las empresas deberán contar con un programa específico para la prevención y tratamiento en relación con la gestión de residuos. Martos ha subrayado que mediante esta ley “quien contamina paga”, por lo que los costes de gestión relativos a los impactos medioambientales “deberán ser sufragados por el productor inicial de ese residuo, o el poseedor anterior o el actual poseedor”.

Un aspecto interesante de la ley, según Martos, es que fomenta la reutilización de los productos y componentes de los productos mediante la donación y la implantación de sistemas que promuevan la separación y reutilización de residuos, de manera que se reduzca la generación de residuos en las empresas. En este sentido, ha explicado que los excedentes productivos se deberán destinar a canales de reutilización, incluidos la donación.

A partir de ahora con la actual legislación, se obliga a las empresas a que en vez de destruir el excedente de producto se genere un plan para que sea reciclado o bien utilizado como donación para apoyar a los colectivos más vulnerables.

En la misma línea, el Country Manager de Comerso Iberia, Juan Ángel Martin, ha incidido en que “si el producto se puede reutilizar hay que proceder a su reutilización”. Martin ha puesto el foco en un problema que está surgiendo cuando se dona el producto, puesto que a la hora de practicar la donación “ese donante debe estar reconocido como entidad social”, ya que sino la empresa no podrá desgravarse impositivamente la donación.

Sobre esta cuestión, Martin ha añadido que es importante que “exista trazabilidad” en la donación, porque las administraciones van a solicitar la trazabilidad del producto para confirmar que la empresa está cumpliendo con los dictámenes establecidos en la ley y así autorizar la aplicación de la desgravación fiscal. “Las empresas con las que trabajamos están viendo cómo optimizan su cuenta de resultados gracias a la donación de una forma increíble”, ha afirmado Martin.

Como recomendación general, las empresas del calzado deben realizar un análisis en la producción para optimizarla al máximo e intentar que se desperdicie lo menos posible, y el material que tenga que ser descartado pueda ser reciclado o bien donado.

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